Señor-cabeza-de-pino
Nació de noche.
Con agua corriéndole por las venas
Y mirada de róbalo.
De niño masticaba la tierra del parque
Y caminaba como pingüino .
+
En su juventud
Jugaba a apilar libros,
Encima de su cabeza
Pero una tostada tarde
Todos cayeron sobre él
Y lo apachurraron.
Entendió que así no se podía jugar más
Y se sentó en una silla
A esperar.
+
Ya cuando era mayor
El señor cabeza-de-pino pasaba las tardes
Intentando dejar de sentir.
Golpeaba las paredes, desesperado
Salía de traje al parque
Conteniendo la respiración y odiando a la mañana,
A la brisa y a los cantos.
Esto pasó, en realidad, durante varios años
Hasta que se le ocurrió una grande
Una sebosa y robusta
Idea.
+
El sol andaba gordo y cansado esa tarde,
El señor-cabeza-de-pino
Estaba ya listo para consumar su plan.
Ingirió, siguiendo la receta,
Las pastillas, las hierbas y los jarabes.
La luz se apagó un ratito
Cuando volvió a abrir sus ojos de pez
Miró a su alrededor.
La pared era blanca-leche y no había olor.
Su mano estaba quieta
Como el resto de su cuerpo, no había nada más.
Ningún contacto.
Los ojos-pez eran la única conexión
Con lo de afuera.
¡bravo, señor cabeza-de-pino!
Lo ha logrado
No queda nada malo ahora
Sólo resta relajarnos.
En la neblina
De la no-sensación
¿ya no le gusta?
¡no me mire así señor pez-pino!
Es la meta, la única
Usted la buscó
Mi Señor.
+
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