Desde mediados del siglo pasado muchos artistas quisieron huir del poder contextualizador y snob de los museos, encontrando en la intemperie el lugar perfecto para crear sus obras. Los caminos que tomó el arte al aire libre fueron variados y fructíferos, desde los earthworks y el Land Art, hasta el street art, la escultura pública (Haacke, Serra) y los happenings, todos partían de la necesidad de crear experiencias sensibles distintas a las que se podían producir en el contenedor de las galerías y los museos. A la par surgieron propuestas más alejadas del arte formal ( algunas sin pretender incluso hacer arte) como los grupos de artistas urbanos mexicanos de los setentas (el No Grupo, Grupo SUMA, Peyote y la compañía, etc) y el movimiento de Avanzada Chilena.
Otros grupos fueron más espontáneos, como el movimiento Provo en Amsterdam, que estaba compuesto por jóvenes inconformes que buscaban provocar humorísticamente a la población para conscientizar a la población, son conocidos por su marihuettegame, que consistía en incitar a los miembros del grupo a fumar mariguana en lugares públicos descaradamente y ser detenidos: el que tuviera más detenciones ganaría un jugoso premio económico acumulado gracias a la cooperación colectiva, sus "Planes blancos" también son legendarios, como aquél con el que llenaron la ciudad con miles de bicis pintadas de blanco para denunciar la contaminación de los autos y la falta de espacios para ciclistas.
Este espíritu colectivo ha resurgido desde mediados de los noventas con nuevas estrategias divertidas, espontáneas, alegres y humorísticas (algunas veces comprometidas políticamente como el scrache argentino y la funa chilena) y sin grandes pretensiones teóricas/estéticas (como aquellas que muestra el falso documental español Noviembre). Tal es el caso del movimiento de bailes multitudinarios que ha surgido en Europa: la idea es sencilla, encontrar un espacio público amplio (una estación de metro, aeropuerto, plaza pública) y bailar por multitudes en una actitud aparentemente espontánea (aunque es ensayado) para ,luego de terminar el baile, perderse de nuevo entre la multitud. En esta ocasión el grupo sueco de danza Bounce ha hecho dos homenajes a Michael Jackson en Estocolmo sorprendiendo a los desprevenidos transeúntes, ¿qué mejor para homeajear a este artista de masas que un baile de masas? ¿qué mejor para honrar al rey del baile posthumano y del pop que con un baile pop en una de las Ciudades más represntativas del bienestar europeo? . La gran arma de este tipo de performances es la frescura, la sorpresa y la surrealidad que, por un instante, nos libera de la rutina cotidiana y con eso ¿qué importa si el arte se "desublima" o no al contacto con la vida cotidiana?.
Actualización: El grupo de danza Bounce ha convocado a que este tipo de actos se hagan en todas las ciudades grandes del mundo para así hacer un verdadero homenaje multitudinario, al parecer en varios lados se están ya preparando.
Más baile multitudinario.Otros grupos fueron más espontáneos, como el movimiento Provo en Amsterdam, que estaba compuesto por jóvenes inconformes que buscaban provocar humorísticamente a la población para conscientizar a la población, son conocidos por su marihuettegame, que consistía en incitar a los miembros del grupo a fumar mariguana en lugares públicos descaradamente y ser detenidos: el que tuviera más detenciones ganaría un jugoso premio económico acumulado gracias a la cooperación colectiva, sus "Planes blancos" también son legendarios, como aquél con el que llenaron la ciudad con miles de bicis pintadas de blanco para denunciar la contaminación de los autos y la falta de espacios para ciclistas.
Este espíritu colectivo ha resurgido desde mediados de los noventas con nuevas estrategias divertidas, espontáneas, alegres y humorísticas (algunas veces comprometidas políticamente como el scrache argentino y la funa chilena) y sin grandes pretensiones teóricas/estéticas (como aquellas que muestra el falso documental español Noviembre). Tal es el caso del movimiento de bailes multitudinarios que ha surgido en Europa: la idea es sencilla, encontrar un espacio público amplio (una estación de metro, aeropuerto, plaza pública) y bailar por multitudes en una actitud aparentemente espontánea (aunque es ensayado) para ,luego de terminar el baile, perderse de nuevo entre la multitud. En esta ocasión el grupo sueco de danza Bounce ha hecho dos homenajes a Michael Jackson en Estocolmo sorprendiendo a los desprevenidos transeúntes, ¿qué mejor para homeajear a este artista de masas que un baile de masas? ¿qué mejor para honrar al rey del baile posthumano y del pop que con un baile pop en una de las Ciudades más represntativas del bienestar europeo? . La gran arma de este tipo de performances es la frescura, la sorpresa y la surrealidad que, por un instante, nos libera de la rutina cotidiana y con eso ¿qué importa si el arte se "desublima" o no al contacto con la vida cotidiana?.
Actualización: El grupo de danza Bounce ha convocado a que este tipo de actos se hagan en todas las ciudades grandes del mundo para así hacer un verdadero homenaje multitudinario, al parecer en varios lados se están ya preparando.
Visto en: Hazmeelchingadofavor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario