miércoles, 1 de abril de 2009

Imagen del día: The Critic


¿Cuál es el papel del Crítico de arte, hoy en día? Hagamos primero un ejercicio de memoria; en el mundo del arte occidental durante siglos el crítico, el teórico y el religioso eran uno mismo: el arte se hacía por encargo para la iglesia, el tema y la manera de ser representado (el contenido tanto estético como simbólico) eran decidios por la iglesia católica apoyandose en la tradición; su valor, como dice Walter Benjamin, es valor de Culto, más tarde -aun dentro de la edad media-, esto cambia, el artista pasa de ser un simple artesano sin importancia a convertirse en un individuo relativamente libre en cuanto a la innovación plástica y a la elección de temática, pero seguía ciertos dictamenes establecidos por la crítica. Siglos más tarde, con las vanguardias, lo que importa es el Manifiesto; el crítico de ser el dictaminador pasa a ser el evaluador de lo ya hecho, es él quien tiene que renovarse para poder comprender y "avalar" al arte de vanguardia. Ya en el siglo XX criticos como Harold Rosemberg, intentaban aún dictar qué era moderno y qué no. Sin embargo en las últimas décadas el arte vive una "promiscuidad" tal que ya ningún crítico puede pretender enjuiciar, bajo supuestos estéticos mas o menos limitados, la producción artística (de hecho el valor de la producción artística es determinado por otros actores; los art dealers). El papel del crítico de arte hoy no es "follarse a la puta del arte", porque, como lo muestra la caricatura, es imposible y risible, no es ser el héroe que le de sentido, no es ser un speechmaker, no sino que su papel ahora, es alejarse un poco de los reflectores, asumir un trabajo más serio, menos pasional, más cercano a la filosofía, a la sociología y a la historia (pues sólo un análisis amplio y complejo tiene sentido en un mundo del arte amplio y complejo).

El crítico de arte debe de tener una mirada de largo alcance y no ser un simple estéta que imagina que el arte (como crítica Hans Haacke) se crea en una especie de vacío social. Ya Bourdieu nos advirtió hace años; el arte es una construcción social determinada históricamente por numerosos factores, verla como algo atemporal es reduccionista; lo interesante es determinar su trascendencia histórica (su pertinencia tanto formal como temática), analizar el entorno social del cual surge incluidos los factores tanto económicos como publicitarios que hacen posible su ascenso.

Es tiempo de una crítica más seria, menos hedonista (para hedonistas nos bastan los artistas, los art dealers y el público) y mas consciente de la importancia del arte; hablar de arte es una forma de hablar del Ser Humano, así, con mayúsculas.

Nota: El nombre de la imagen es "The crític", un cartón genial, cuyo autor desconosco.

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