Actualmente en el "mundo oficial, en el "cricuito del arte", se esta dando -afortunadamente- una revaloración del dibujo sin artificios cibernéticos o plantillas y demás; el dibujo en su estado clásico y puramente manual elaborado con materiales sencillos como tiza, carbón, acuarela y tinta. La ilustración como obra en sí y no como boceto, se apodera de las galerías y ferias de arte siendo la acuarela y la tinta lo que más se ha destacado. Pero no es una acuarela académicista, ni escrupulosos diseños en tinta la que se hace hoy, no, la mayoría de estos -jovenes- artístas manejan una estética -similar entre todos- en la que mezclan imagenes -esteréotipos- aparentemente inocentes, con insinuaciones monstruosas; muñecas rotas, hombres con cabeza de animal, ratas tomando el té, niñas ensangrentadas, son algunas de las imagenes que más se repiten entre estos nuevos dibujantes, tal es el caso de María Magdaleno, joven dibujante mexicana que nos presenta una obra muy intima, solitaria, que se desvanece, en la que sus personajes aparecen como memorias oníricas de un pasado deformado, son las memorias de una Alicia electrónica en un país no tan maravilloso pero igualmente sorprendente. Con su estilo cuidadoso en el que mezcla la acuarela con otros materiales, crea imagenes luminicentes, evanescientes e inquietantes que recuerdan a la ilustración de libros infantiles, pero esta vez torcidos.
Más (La refaccionaria, en donde expone actualmente)
Más (Who killed Bambi? blog -en inglés- dedicado a presentar artistas que mezclan lo inocente con lo grotésco).
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