lunes, 20 de julio de 2009

imagen del día: "B A N D E R A"

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para instalar la bandera

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Tres banderas ondeantes

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Sobre un canal en Venecia



"mientras alguien proponga muerte sobre esta tierra

y se fabriquen armas para la guerra
yo pisaré estos campos sobreviviendo.
Todos frente al peligro sobreviviendo
tristes y errantes hombres, sobrevivendo"
-Victor Heredia-

Vivo en México, he sido asaltado más de cinco veces (a cualquier hora del día), he presenciado un par de persecuciones policíacas, en Tijuana vi policías recién asesinados por el narco y casi soy víctima de otro acto delictivo, me han extorsionado, al menos, 5 policías, en Michoacán me quisieron robar varias veces una cámara que no cuesta más de mil pesos, conozco al menos a cinco vendedores de droga, conozco 2 personas que han sido encarceladas siendo inocentes, al menos 3 personas que conocía han sido asesinadas, se han metido a robar a mi casa una vez, en la puerta de entrada hay un agujero hecho por una bala pérdida, hace un mes robaron el auto de un familiar estacionado en mi calle, hace medio año torturaron y asesinaron al padre del barrio, dentro de la iglesia ¿de qué otra cosa podríamos hablar?

¿De qué otra cosa podríamos hablar? es el nombre de la exposición que presentó la artista Mexicana Teresa Margolles en la Bienal de Venecia 2009, su temática es la violencia que desangra cotidianamente al país. En este México dominado por tres peligrosas mafias sanguinarias -La clase política, y las dos burguesías: la legal y la ilegal- que han sumido al país en la narcomiseria, el arte no se puede quedar al margen, el arte, nuestro arte, el latinoamericano, ha tomado siempre una postura valiente ante los problemas que aquejan a la población, Margolles con su depurado e impactante estilo logró abrir los ojos de miles de personas en Venecia, sacando a la vieja Europa acomodada de su mundo de fantasías pop, para devolverlos a la realidad terrible que se vive en el mundo, mostrándoles un arte no de deleite, sino un arte para sufrir, directo, seco, como un balazo en la nuca.

La muestra está compuesta por varias obras; joyas creadas con trozos de metal y vidrio recogidos directamente de lugares donde fueron asesinadas personas relacionadas con el narcotráfico, telas cubiertas de lodo y sangre que se escurren en los salones, tarjetas repartidas a los visitantes con imagenes de ejecutados de un lado y con la leyenda "tarjeta para inhalar cocaína" del otro, etcétera. Quizá una de las obras más simbólicas es Bandera, instalación colocada afuera del pabellón: en su balcón principal, que da a un antiguo canal veneciano, se colocaron tres banderas, a la izquierda una reluciente bandera de la Unión Europea, símbolo de la unidad y del progreso humanista, del lado derecho la bandera de Venecia ondeando en nombre de la tradición y al centro un trapo rojo teñido con sangre real recolectada en las calles de México una vez que los cuerpos de los muertos eran recogidos, esa, es la bandera de México. El día de la inauguración cayó sobre Venecia una fuerte lluvia, la bandera enrojecida, agitada por el viento y la lluvia, escurría sangre mezclada con agua, eran las lágrimas de sangre de todo un pueblo, la sangre se disolvía en el canal ante la mirada silenciosa de los visitantes quienes observaban, sin saberlo y por primera vez, el funeral de una nación.

Margolles con su obra terriblemente dolorosa logra acercarnos de golpe a la realidad , para que nunca, nunca, la brutalidad y el asesinato nos sean indiferentes, para que no huyamos de la terrible verdad de que "nos están matando. ¿o nos estamos matando?".

La violencia no está afuera, no es de otro, el problema no es ajeno, el problema es nuestro, tanto del tercer mundo como del primero; es problema del campesino indígena que la siembra en México o Colombia, pero también del policía corrupto, del vendedor de armas en EU y de los jóvenes que, hablando de revolución en Europa, fuman mariguana ensangrentada sin darse cuenta que su supuesta libertad de drogarse, causa la muerte de miles en nuestros países, como siempre EU y la vieja Europa disfrutan de la diversión y el auge económico obtenidos gracias a la superexplotación de otras regiones del globo, mostrando una sucia cara liberal a quienes han despojado históricamente, a quienes pagan con sangre los caprichos de sus niñatos, a los que pisamos este mundo sobreviviendo.

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