La fiebre por el rey del pop no cesa y los marchantes del arte no podrían estar fuera de este carnaval lleno de jugosas ganancias, es por eso que un coleccionista anónimo ha decidido exhibir un retrato del rey del pop, realizado por el rey del pop-art, Andy Warhol, en la arena 02 de Londres (donde se llevaría a cabo la última serie de conciertos de Jackson). Después de unos días de exhibición (que seguramente aumentará su valor por el acto simbólico), la obra creada en 1984 será subastada (el 18 de agosto 09) en la Vered Gallery de Nueva York, con un precio de salida de $800,0000.00 dólares, que seguramente será ampliamente superado (de hecho el precio fue puesto antes de la muerte de Michael). En la página de la Vered Gallery se lee, para provocar a los posibles postores, una pregunta maliciosa ¿What is it woth? ¿what is a legend worth? (¿cuál es el valor?, ¿cuál es el valor de una leyenda?).
El valor de esta obra es más emotivo y simbólico que estético, pues esta pieza fue creada cuando Warhol gozaba ya de una gran fama renovada gracias a sus alianzas con nuevos talentos como Jean Michel Basquiat, sin embargo era ya duramente atacado por la crítica especializada debido a la falta de originalidad de sus ultimas piezas. Eran tiempos de comercio y arte industrial, Warhol hacía retratos, no ya de personajes admirados o amigos, sino de cualquiera que estuviese dispuesto a pagar por ello como empresarios, personajes de la alta sociedad y músicos, entre ellos, incluso, Miguel Bosé. La obra (una de las 5 copias que existen) fue creada (muy probablemente por los ayudantes de Warhol) por encargo de la revista Time para su portada de agosto del 84 (para celebrar el record de ventas del disco Thriller) y no posee en sí innovación estética alguna, y está despojada de la ironía kitsh característica de las mejores obras de Warhol. Su verdadero valor radica en factores extra estéticos (aunque, la obra es técnicamente impecable y potente en su combinación de colores), como el hecho de que ambos fueron reyes del pop y que ambos están muertos, a esto se le agrega un valor añadido; la obra está siendo exhibida en una arena vacía, escenario de una serie de conciertos que jamás se dieron, esto le da un valor de reliquia que conserva en sí, la fuerza simbólica del vacío adquirida por el simple hecho de haberse colocado ahí a modo de homenaje. Como las grandes reliquias artísticas de la cristiandad la obra de Warhol se carga simbólicamente en el templo de adoración: la arena de concierto.
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