Accidentes Perfectos.: Imagen del día:"La carga de las lanzas" (1915)

Este año es el aniversario número 100 de la publicación del manifiesto Futurista escrito por el poeta italiano F.T. Marinetti. Este manifiesto publicado en Le Figaro: era el principio de la gran demolición del arte clásico y sus valores. El futurismo es el primer movimiento que se lanza feroz sobre los cimientos de la tradición, es el preludio de las salvajes vanguardias históricas (dadá, surrealismo, etc). Veloz, audaz, ingenuo, agresivo, el futurismo pronto se extendió por toda Europa como una explosión de dinamita, sí, justo como el manifiesto lo exigía y así, rápido también desapareció.

Italia a 100 años festeja a los artistas a los que temió y despreció alguna vez. Exposiciones y festejos sobran dentro y fuera de La Bota (como FUTURISM en la Tate Modern, o la exposición Futurismo 100, que presentan 3 museos distintos de Italia, además de las actividades callejeras), sin embargo todo esto tiene un halo de carnaval y de casa de los sustos que no corresponden al espíritu transgresor Futurista, quizá el único homenaje consecuente fue el que realizaron los nuevos futuristas (transgresores, críticos y de derecha, como debe ser un buen futurista) encabezados por Graziano Cecchini (un famoso artista neoconservador) quienes irrumpieron en un elegante salón de conciertos de Milán para anunciar efusivamente el centenario del futurismo, dejando a la concurrencia sorprendida, además de anunciar la creación del nuevo manifiesto Futurista.

A modo de homenaje aquí presentamos una potente obra del pintor Umberto Boccioni, quien, consecuente con el ideal futurista (que alababa la guerra como purificación) dejó los pinceles y se alistó para combatir por Italia en la Primera Guerra Mundial donde perdió la vida a los 34 años en 1916, dejando una serie de obras maravillosamente dinámicas y agresivas como esta, La Carga de las Lanzas, en donde se aprecia a un feroz combatiente montado en su caballo que galopa findomable (representa a Italia venciendo a sus enemigos), la pintura fue terminada poco antes de que Umberto partiera, para no regresar, a la Guerra.

No queda más que decir ¡salud! por los futuristas, ¡salud por el escándalo y la provocación, que hacen tanta falta en un mundo cada vez menos impresionable y tan aburrido!