Jueves Santo. Hoy termina la primera etapa de la Semana Santa cristiana. Hoy se recuerda nuevamente la traición de Judas, esta vez según el Evangelio de Mateo en dónde se narra la negociación que hizo Iscariote para entregar a Jesús por treinta monedas. En ese mismo pasaje (Mateo 26: 20-25) se cuenta de nuevo el momento en el que Jesús advierte que uno de sus díscipulos lo traicionará, a esto Judas pregunta "¿acaso soy yo, señor?" a lo que Jesús respondió "tú lo has dicho", así se acentúa en la memoria de los cristianos la traición de Judas, aunque para otras corrientes antiguas del cristianismo Judas es un personaje bondadoso que a través de su pactada traición cerró el circulo; Jesús se liberaría de su impuro cuerpo humano para ser todo espiritú (recordemos que, en general para los Gnósticos, la matería es algo maligno o, al menos imperfecto, creado por un dios -el del antigüo testamento- malo llamado Demiurgo, este mito tiene sus orígenes en Platón).
Sin embargo las corrientes gnósticas fueron aniquiladas con la institucionalización del Cristianismo dominante, proceso que comenzó al menos desde el año 100 d.C., con la carta de Ignacio de Antioquia en la que habla ya de La Iglesia Católica y desprecia a todos los heréticos afirmando que éstos son "fieras en forma humana - hombres a quienes no sólo no deberíais recibir, sino, si fuera posible, ni tan sólo tener tratos con ellos; sólo orar por ellos, si acaso se pueden arrepentir-"
Por lo que ha perdurado sólo la imagen de Judas el traidor, cuyo acto se simboliza a través del besó que le dio a Jesús para identificarlo ante sus captores; es esta la imagen que más se ha reproducido en el mundo del arte, como es observable en la imagén de arriba (anónimo S. XII).
El beso de Judas y en general todo lo relacionado con Jesús se ha utilizado recientemente por artistas Gays para homologar el sufrimiento de Jesús con el que sufre actualmente la comunidad, otros ven en los pasajes biblicos ciertas tendencias homoeróticas (aunque francamente esto no es así) que representan en su obra, mientras que otros tantos buscan crear una imagen homosexualizada o incluso hermafrodita de Jesús. Francamente no tengo en buen aprecio al arte que usa figuras sacras para escandalizar, esto no por cuestiones religiosas o morales (ostia... yo me cago en dios), sino por lo faciles y oportunistas que suelen ser; obras para asustar a las tías, sin embargo existen otras piezas, sí provocadoras, pero con gran calidad ya sea emotiva o intelectual, he aquí una selección de arte actual que muestra a un Jesús versión Queer (no apto para cristianos cerrados ni para homófobos):
Comenzarémos con el trabajo de la artista estadounidence Becki Jayne, que en la primera obra representa a un, muy apasionado beso de Judas, y en la segunda Jesús en la Última Cena. El gran Mérito de Becki es la emotividad de los rostros, sus obras son profundamente amorosas y sencillas; no pretenden ser escandalosas, llenas de sexo y calentura, no, sino que se acercan más al arte católico de los siglos.
La imagen de arriba es del fotografo aleman Robert Recker quien se mueve entre el arte, la publicidad y la moda, pues trabaja tanto para diseñadores y empresas, como de manera independiente, tal es el caso de su serie "Pasión de Cristo" que originó un pequeño revuelo en el mundillo del arte, porque en sus fotografías hay un manejo de la imagen y de los pasajes bíblicos cargado de insinuaciones sensuales gays (aunque en nunguna imagen esto es explícito). Formalmente este beso de Judas no difiere de la representación clásica (vease por ejempl la primera imagen de este post), lo que la hace sugerente es en gran medida el manejo de la luz y los accesorios.
La fotógrafa sueca Elizabeth Ohlson, utiliza la imagen de Jesús con objetivos más explícitamente políticos, provocadores y reivindicativos. En su serie Ecce homo recrea numerosos pasajes bíblicos pero con mensaje Gay; algunos en un tono más festivo y humorístico (como la primera imagen; Sermón en el monte en la cual aparece Jesús adorado por los osos) y en otras mezclado con mensaje político, como en la segunda imagen en donde se representa la entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén , esta en medio de una manifestación gay, y esta vez entrando, no en un borrico, sino en una Bici; este Jesús nos recuerda más al Joven Harvey Milk que al mesías de Nazaret.
Arriba vemos la pintura "Jesus enters the City" del estadounidence F. Douglas Blanchard. Este pintor poco conocido también realizó una interpretación queer de la vida de cristo en su serie "The passion of Christ: a Gay version". Su interpretación de la entrada de Jesús a Jerusalén, a diferencia de la de Ohlson, es más bien discreta; jesús es un hombre moderno que entra triunfante en medio de las minorías: gays, madres solteras, negros, jovenes contraculturales, ancianos y discapacitados; el mesías de nuestros tiempos, incluyente y discreto. Douglas nos presenta un Jesús más parecido a un polítoco con visión social que a un mensajero de Dios.
Ahora pasamos a imagenes más controversiales; la androginia. El fotográfo español JAM Montoya busca críticar al Mito de Jesús; él busca atacar directamente los mitos cristianos y, francamente burlarse de ellos, la mayoría de las piezas caen en la obviedad y en el chiste facil, sin embargo existen otras que -además de la indiscutible calidad técnica que tienen la mayoría de sus fotos- tienen un contenido más interesante en el que da en la médula del cristianismo, como la que se muestra arriba ("y ustedes ¿qué dicen que soy?", paráfrasis del bíblico "Ustedes ¿quién dicen que soy?") que podría interpretarse como un comentario agrio a la eliminación de lo femenino como actor (salvo la pasiva madre de Dios) de todos sus textos, cosa que originalmente no era así, pues como es sabido María Magdalena en varios textos antigüos deshechados por la iglesia católica aparece como la más importante de los apostoles. Esta fotografía también incluye un misterio espíritual clásico; en varias religiones antiguas dios -antropomorfizado claro- es hermafrodita; pues sólo así puede ser progenitor (a), creador (a) real.
Por último presentamos este jarrón que, a pesar de su aspecto arcaico, como puede advertir el observador al mirarlo detenidamente, es una obra reciente profundamente sexual. El/la autor(a) es el travesti ceramista Garyson Perry quien ganó en 2003 el premio Turner de la Tate Gallery de Lóndres por sus cerámicas plagadas de sexo, pedofilía y blasfémia. Este jarrón llamado "Tranvestive bride of Christ" muestra a un Jesús con enormes pechos en medio de un ambiente medieval plagado de referencias sexuales; una pieza que busca ser blasfema y atacar a la iglesía (pues se muestra a Jesús en un ambiente medieval, no antigüo, dirigíendo así su ataque más a la institución religiosa que a las enseñanzas originales). El trabajo de Garyson es un buen punto de partida para el tema que abordarémos mañana: arte contemporáneo blasfemo: la voz de los ateos.
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