sábado, 22 de agosto de 2009

Imagen del día "Svayambh" (2007)


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En marzo de 1939 abrió sus puertas (tras tres años de construcción) en Munich el colosal museo Haus der Kunst, dedicado al arte heroico, nacionalista y anacrónico que proponían los nazis. La exposición se llamó "Große Deutsche Kunstausstellung " (La gran exhibición del arte alemán), en contraste, poco tiempo después se inauguró en el segundo piso la muestra "Entartete Kunst" (Arte degenerado), compuesta por obras decomisadas por el régimen nazi, por ser consideradas degeneradas, modernistas o simplemente judías. El objetivo era ridiculizar a las vanguardias y a todo el arte moderno; las pinturas fueron colgadas chuecas o de cabeza y las paredes pintadas con frases burlonas. Entre las obras que se pudieron ver en esta exposición de escarnio popular, se destacan cuadros de Chagall, Max Ernst, Kandinsky, Klee y Piet Mondrian, la muestra fue un éxito, de hecho tuvo más visitas que la Gran Exhibición del Arte alemán. Tras la Segunda Guerra Mundial, el museo se convirtió en oficinas del ejército norteamericano y desde 1946, quizá para limpiar la infamia histórica que ahí se cometió, el museo se convirtió en recinto de exhibición de arte contemporáneo.

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En 2007 se presentó ahí una exhibicón retrospectiva impensable en tiempos de Hitler; una revisión de la obra escultórica del artista indio Anish Kapoor, (1954) quien además de exhibir sus obras famosas, también realizó una pieza especial para tal ocasión, un ajuste de cuentas histórico con el museo. La pieza se llama "Svayambh" (que se podría traducir como lo autogenerado, lo que se genera a sí mismo) y consiste en un enorme bloque de cera, vaselina y pintura montado sobre rieles que avanza lentamente a través de tres salas, entrando por las puertas majestuosas embarrándolas de color rojo y dejando tras de sí un rastro de masa espesa que hace seguramente alusión a la sangre. Así una y otra vez el colosal bloque rojo entra en el Haus der Kunst, la revancha del arte de vanguardia que no sólo entra sino que lo hace varias veces manchando la pulcritud del monumental palacio blanco, es una obra violenta, agresiva, pero al mismo tiempo lenta, calmada, como el largo devenir de la historia.

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Más Anish Kapoor.

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