Mural de Richard Wright.
El premio Turner es uno de los galardones más importantes del arte contemporáneo. Otorgado por la Tate de Londres desde hace 25 años este premio siempre ha sido deliberadamente escandaloso al premiar a lo más arriesgado de la creación artística Inglesa (han premiado por ejemplo a Damien Hirst, Grayson Perry y Anish Kapoor de quienes ya hemos hablado aquí), sin embargo en los últimos años los jueces se han acercado a artistas más discretos (tal es el caso de la Pintora Tomma Abs, ganadora en 2006) en contraste con los escandalosos y efectistas a los que usualmente se premiaba en los noventa.
El ganador del Turner frente a su efímera pieza en la Tate.
La historia se repite este año, hoy 7 de Diciembre de 2009, se anunció al ganador del premio, los nominados eran el pintor e ilustrador Enrico David, el joven neoconceptual Roger Hiorns y la dibujante y escultora Lucy Skaer y el ahora ganador Richard Wright, un pintor muralista preciso y sobrio de 49 años (apenas un año menos que el límite de edad para poder concursar por el premio) galardonado por su trabajo expuesto en la 55th Carngegie International de Pittsburg y por su exhibición en la Galería Ingleby. Su obra es detallada pero efímera, de hecho la obra que realizó para la Tate (una compleja obra entra abstracta y barroca hecha con lámina dorada) será, como practicamente todos sus murales, pintada por encima con pintura blanca una vez se termine su exhibición, Wright no quiere que ninguna de sus obras sobreviva para la posteridad, dice que sus obras son para el presente, no para el futuro, efímeras formas de luz que se desvanecen en la mirada y en el tiempo. Al subir a recoger el premio dijo "muchas gracias, justo cuando pensaba que me podía relajar ocurre esto...no tengo nada solemne que decir, sólo gracias, eso es todo" Otro minuscioso trabajo de Wright, que, como los mandalas de arena, pronto se desvanecerá.
Más
No hay comentarios:
Publicar un comentario